El conglomerado empresarial Grupo Carso, propiedad del empresario Carlos Slim, dio a conocer que Petróleos Mexicanos (PEMEX) mantiene una deuda superior a los 700 millones de dólares por servicios de perforación petrolera que no han sido pagados en al menos dos años.
Según declaraciones recientes emitidas por directivos de la compañía, el adeudo corresponde a trabajos realizados por la división de energía e infraestructura del grupo, los cuales han continuado operando a pesar del retraso en los pagos por parte de la empresa productiva del Estado.
“Llevamos más de dos años sin recibir pagos puntuales por servicios ya ejecutados. La deuda acumulada con PEMEX supera los 700 millones de dólares”, señaló una fuente al interior de Carso, subrayando que la situación ya afecta la planeación financiera del grupo en este sector.
La revelación pone en el centro de atención la difícil situación financiera que enfrenta PEMEX, la cual ya había sido objeto de críticas tanto por su elevada deuda global (que supera los 100 mil millones de dólares) como por su dependencia del presupuesto federal para mantener operaciones.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Hacienda ni la directiva de PEMEX han emitido una postura oficial sobre el tema, aunque se espera que en los próximos días haya pronunciamientos debido a la magnitud del monto y la relevancia de los actores involucrados.
Expertos del sector energético advierten que este tipo de pasivos no solo afectan a las empresas proveedoras, sino que también minan la confianza del sector privado en proyectos estratégicos de exploración y producción en México.
